El Hospital Nacional de Parapléjicos de Toledo es el centro de referencia de la rehabilitación integral de las lesiones medulares en España. Como casi cada rincón de nuestro país, también se ha visto afectado por la pandemia del COVID-19. María Pilar Jorge Cordero, Alba Fernández Ureña y Pilar Bravo Cortés son fisioterapeutas del centro especializadas en Fisioterapia respiratoria. En la jornada del Día Mundial de la Fisioterapia, organizada por COFICAM, participarán con su ponencia Intervención de Fisioterapia en el paciente medular afectado por COVID-19 en el Hospital Nacional de Parapléjicos.
Las expertas explicarán cómo ha afectado el virus a sus pacientes por sus características específicas de lesión medular. Además hablarán sobre los tratamientos de Fisioterapia respiratoria, y de todas las medidas de prevención llevadas a cabo para evitar contagios en el centro.
La situación extraordinaria provocada por la crisis sanitaria se vivió con nervios y mucho estrés los primeros días. Tanto por parte del personal del hospital como de los pacientes. Tomar decisiones en ese escenario fue duro, pero totalmente necesarias para evitar contagios. “Ha sido una situación nueva y totalmente desconocida, pero una vez instaurado el protocolo de actuación y aplicando todas las medidas de prevención, el ambiente en general ha sido bueno”, afirman las fisioterapeutas.
El Hospital prohibió las visitas
El hospital tuvo que prohibir las visitas a los pacientes, incluidos los cuidadores principales. El alta provisional se dio a aquellos que, a pesar de no haber completado el programa de rehabilitación, habían iniciado el proceso de adaptación domiciliaria con buena tolerancia. Sin embargo, recalcan que “el tratamiento de Fisioterapia en nuestro hospital se ha mantenido durante todo este tiempo adaptándose siempre a las circunstancias. Se comenzó con tratamientos aislados e individuales en las habitaciones hasta el regreso a la sala de Fisioterapia con un control exhaustivo del aforo”
Entre los pacientes hospitalizados se produjeron algunos casos positivos y a la vez también ha habido nuevos ingresos con diagnóstico confirmado
del virus. Por ello, una de las plantas del hospital se habilitó para acoger a los COVID positivos. “Estaba preparada con todas las medidas de seguridad y con personal formado específicamente para esta situación”, señalan.
Los trabajos de rehabilitación continuaron con todos ellos. Las técnicas de Fisioterapia respiratoria individuales son necesarias para los pacientes con lesión medular: “además, se añadió un protocolo creado por un grupo de trabajo formado por Neumología, Rehabilitación, Medicina interna y Fisioterapia respiratoria”, cuentan las fisioterapeutas.
La presencia del COVID-19 ha afectado al Hospital Nacional
A la hora de realizar su trabajo la presencia del virus ha afectado a las trabajadoras tanto física como psicológicamente. “Primero por el estrés que genera trabajar con un virus desconocido y altamente infeccioso y después por el desgaste físico que provoca trabajar con EPIs”, subrayan. Pero no son las únicas, los pacientes también han sufrido mucho con la situación debido al aislamiento. La mayoría de ellos son totalmente dependientes para todas las actividades de la vida diaria: “no tener a alguien cerca que les asista al momento para cosas tan esenciales como aliviar un picor en la cara es una situación muy dura”.
Una vez superados los momentos más duros las fisioterapeutas se quedan con el aprendizaje y con la resiliencia de trabajadores, pacientes y familias. “Nos ha sorprendido gratamente la rápida capacidad de adaptación. Tanto del personal como de los pacientes y familiares a esta nueva situación y el gran esfuerzo de todos para superarlo”, manifiestan.
Pilar, Alba y Pilar seguirán trabajando desde el Hospital Nacional de Parapléjicos contra la COVID-19 con nuevos procedimientos, pero con la misma dedicación de siempre.
