Marcos Iglesias asegura que debemos de enseñar a la población a denunciar las irregularidades. Marcos es miembro de la Comisión de Intrusismo del Colegio Profesional de Fisioterapeutas de Castilla-La Mancha.
Participas en la comisión de intrusismo de COFICAM. ¿Qué labores desarrolláis?
Primero realizamos una evaluación de los diferentes intrusos que podemos encontrar en la profesión. Luego recopilamos todos los datos que nos llegan a través de los colegiados o de la propia ciudadanía. Ellos realizan una petición de información o mediación con respecto a las autoridades sanitarias y, a partir de ahí, el gabinete jurídico del Colegio es el que actúa para poner en conocimiento de la autoridad sanitaria cualquier caso de intrusismo que haya.
¿Cuándo se formó esta comisión? ¿Por cuánta gente está compuesta?
La fecha de creación es el año 2002 cuando se creó el Colegio de Fisioterapeutas de Castilla- La Mancha, y actualmente los miembros somos Marcos Iglesias Peón y Juan Antonio Díaz Basilio.
Damos difusión al trabajo que realiza el Colegio contra la lucha del intrusismo profesional
¿Qué proyectos tenéis a corto plazo? ¿Y a largo?
A corto plazo le damos más difusión al trabajo que realiza el Colegio a favor de la lucha contra el intrusismo profesional. Muchas veces no se conoce todo el trabajo que hay detrás de la asesoría jurídica y de los propios trabajadores del Colegio para poner en conocimiento todas y cada una de las denuncias que vienen por parte de los colegiados.
La mejor manera de remar en la misma dirección es que todos los colegiados sepan que tienen muchas vías de poder realizar esa captación de información y denuncias.
En cuanto a la lucha a largo plazo está intentar que desde Sanidad se pueda cubrir más todos aquellos intrusos que tenemos en la sociedad y que es difícil demostrar que están realizando intrusismo profesional. A veces desde Sanidad te dicen que ellos tampoco pueden hacer nada porque tienen que estar bajo el amparo de la ley que ellos tienen que cumplir. En muchas ocasiones dependemos de denuncias ante la Guardia Civil de los propios afectados, población y fisioterapeutas.
En este caso, creo que somos los propios fisioterapeutas los que tenemos que educar y animar a la población a que cuando piensen que se está cometiendo algún delito de intrusismo profesionales en la población que pueda poner en peligro la integridad física de algún paciente, que lo pongan en conocimiento ante el Colegio y las autoridades pertinentes.
Cada vez hay más controles gracias a los cuales podemos ver los centros sanitarios y profesionales que ejercen legalmente su profesión
¿Ha disminuido el número de casos con la pandemia?
No podemos medirlo de forma fiable, aunque sí puedo decir que muchas veces el intrusismo se hace desde la propia profesión. Conocemos muchos casos en que los profesionales fisioterapeutas no cumplen con sus obligaciones. Por ejemplo, fisioterapeutas que no están colegiados en la comunidad en la que trabajan o directamente no están colegiados.
Para detectarlos tenemos cada vez más controles como es el Registro General de Centros Sanitarios o el Registro General de Fisioterapeutas de España donde podemos ver no solo los centros sanitarios que están autorizados, también los profesionales que están autorizados y están legalmente ejerciendo la profesión.
¿Cómo actuáis cuando encontráis un caso de intrusismo?
Lo primero es obtener pruebas gráficas ya sea publicidad o información o denuncias de los propios pacientes. Una vez recopilada toda la información se lleva a asesoría jurídica. Son ellos quienes, cumpliendo en forma, lo notifican a la Delegación Provincial de Sanidad correspondiente. Hay que decir que en la mayoría de los casos la respuesta es bastante rápida y su actuación suele ser bastante pertinaz.
Marcos Iglesias Peón. Colegiado Nº 381
Juan Antonio Díaz Basilio. Colegiado Nº 664