El pasado 18 de octubre, la Escuela Internacional de Doctorado del Campus Universitario de la Universidad de Castilla-La Mancha en Albacete, acogía la celebración del acto de entrega de los premios “Cuéntame tu TFG”, organizados por la publicación digital Diario Sanitario, y en los que Aimar Rojas Camacho resultaba ganadora del premio otorgado por COFICAM en la categoría de Fisioterapia.
Esclerosis lateral amiotrófica y esclerosis múltiple
La esclerosis lateral amiotrófica (ELA) y la esclerosis múltiple (EM) son dos enfermedades neurodegenerativas que comparten pocas características en común. Por un lado, la ELA se caracteriza por la pérdida paulatina de las neuronas motoras del tracto corticoespinal, tronco encefálico y la médula espinal. Por otro lado, la EM es una enfermedad autoinmune crónica del sistema nervioso central, la cual cursa con inflamación, desmielinización y pérdida axonal.
Repercusión en el sistema respiratorio
Como resultado, ambas enfermedades cursan con debilidad muscular respiratoria, especialmente la espiratoria, lo que puede ocasionar una mayor dificultad para eliminar secreciones y causar neumonías; las cuales son las principales causas de muerte en esta población. Por lo tanto, el entrenamiento de la musculatura respiratoria parece ser una pieza clave para mejorar la capacidad cardiorrespiratoria, función ventilatoria y función musculoesquelética. Sin embargo, actualmente hay escasos estudios aleatorizados que valoren el entrenamiento de los músculos respiratorios en pacientes con enfermedades neurodegenerativas, pero los existentes indican que puede ser eficaz para aumentar la fuerza muscular, ventilación y fuerza muscular, disminuyendo las complicaciones descritas anteriormente.
Evidencia científica
A pesar de que estos pacientes cursan con debilidad de la musculatura espiratoria, la mayoría de los estudios únicamente se centran en el entrenamiento de la musculatura inspiratoria, esto se debe a que se daba preferencia al entrenamiento de la musculatura inspiratoria, pero en los últimos años se ha observado que el entrenamiento de la musculatura espiratoria también es esencial.
Los estudios indican que el entrenamiento debe ser realizado con carga alta y con una velocidad baja de contracción para producir un aumento en la fuerza de los músculos inspiratorios. Por otro lado, la alta velocidad y baja carga han demostrado un beneficio en la resistencia de la musculatura. Las cargas de entrenamiento que superan el 22% de la PIM (presión inspiratoria máxima) pueden mejorar la resistencia de los músculos inspiratorios, pero la fuerza de estos músculos requiere al menos el 30%.
Ahora la investigación se debe centrar en concluir cuál programa es el más efectivo, basándose en los principios de especificidad, intensidad, frecuencia y duración.
