El dolor crónico es un problema de salud que afecta a una de cada cinco personas en el mundo, causándoles graves problemas de discapacidad y relación con su vida cotidiana y laboral. En ocasiones, el dolor permanece, aunque el proceso de curación del tejido lesionado haya terminado, y no parece tener una causa aparente que lo justifique, lo que lleva a muchos pacientes a sufrirlo sin posibilidad de curación; en otras, el dolor se debe a patologías muy concretas difíciles de tratar, como la artrosis o la fibromialgia. Por eso, y para contribuir a mejorar la calidad de vida de los afectados, el Colegio Profesional de Fisioterapeutas de Castilla-La Mancha (COFICAM) ha dedicado su videoconsejo de mayo a explicar cómo se puede abordar y ayudar a tratar el dolor crónico desde la fisioterapia, con los nuevos avances, en el marco de su campaña “Consejos para vivir mejor”.
El dolor es diferentes en cada persona
La percepción del dolor tiene un componente subjetivo, cada persona lo vive de una manera diferente. Algunas tienen menos tolerancia al dolor que otras pero lo cierto es que el dolor crónico puede llegar a ser muy incapacitante. Lo que proponen los fisioterapeutas de COFICAM es dar herramientas a los pacientes para comprender mejor qué es el dolor y cómo funciona (neurobiología del dolor).
En líneas generales, se trata de un mecanismo que tiene el cuerpo para alertarnos de que algo no marcha bien (representa un sistema de alarma). En ocasiones, el dolor permanece, aunque el proceso de curación del tejido lesionado haya terminado, lo que produce una serie de cambios en el sistema nervioso y mecanismos de control; no cumpliendo en esas ocasiones con su función de protección, lo que resulta muy incapacitante para quien lo sufre. Hasta hace poco, se denominaba dolor crónico a aquel que tenía una duración mayor de 3 a 6 meses; sin embargo, ahora se considera que una persona sufre dolor crónico cuando el dolor se mantiene en el tiempo, sin que haya un motivo aparente que lo explique mejor.
Comprender el dolor para sobrellevarlo
En este sentido, comprender bien la neurobiología del dolor es esencial para saber a qué nos enfrentamos. De este modo nos permite perder el miedo al mismo y a los movimientos que lo aumentan, lo que ayudará en el proceso de recuperación. Los fisioterapeutas recomiendan contactar con un profesional que realice una valoración fisioterapéutica del paciente. Así se pautan ejercicios encaminamos a mejorar la movilidad, fuerza, equilibrio, etc., facilitando tanto la percepción del dolor como su propia evolución.
Los avances en neurociencias permiten comprender mejor qué es el dolor y cómo combatirlo desde el punto de vista de la autoeficacia. Esta lleva a los pacientes a conocerse mejor para adaptarse a los cambios producidos en el sistema nervioso. Sin olvidar las alteraciones en los mecanismos de control que provoca el dolor crónico. Mediante estímulos cognitivos, sensoriales y motores proporcionados en el tratamiento, y gracias a la neuroplasticidad, podemos revertir los cambios que ocurren en el sistema nervioso, para reconducir, en la medida de lo posible, el dolor y su percepción.
Además, desde COFICAM recomiendan otras herramientas para luchar contra el dolor crónico. La terapia manual, termoterapia, electroterapia, la fisioterapia invasiva, la estimulación transcraneal. Además del uso de métodos de representación del movimiento como la realidad virtual en el tratamiento del dolor. Herramientas que se pautarán en función de las condiciones físicas y psicológicas del paciente, y del potencial beneficio que podrían proporcionarle. Valorando que puedan contribuir a mejorar la calidad de vida de los millones de personas que conviven cada día con el dolor.