Rafael Sánchez Madrid, destaca lo primordial del contacto con el paciente en el ámbito de la fisioterapia.
En qué consiste tu trabajo como fisioterapeuta en Ibermutua?
Soy el responsable del servicio de fisioterapia de Ibermutua en Albacete, integrado en el equipo asistencial del Centro, y realizá tanto tareas de gestión (elaboración de Historia de Fisioterapia, informes de evolución de los pacientes, etc.), como los tratamientos fisioterápicos. Asistencia que en su mayoría es presencial, pero que también puede ser telemática. A través de consultas telefónicas, videollamadas y programas de ejercicios en plataformas específicas online.
¿Cuántos profesionales formáis parte? ¿Qué servicios ofrecéis?
En el ámbito asistencial, nuestro centro cuenta con dos médicos de control de procesos (profesional y común), dos enfermeras, un traumatólogo y yo como fisioterapeuta.
Donde uno de los procesos asistenciales clave es la rehabilitación. En nuestro caso, hemos hecho un esfuerzo en la transformación digital asistencial. Facilitando el acceso a la historia clínica, citas médicas, pruebas diagnósticas o videoconsultas a través del programa paciente digital. En rehabilitación, además, hemos incorporado programas de ejercicios a través de plataformas específicas.
Las Mutuas gestionamos las coberturas sanitarias y de prestaciones en las contingencias profesionales y comunes.
¿Cómo has vivido el último año de pandemia? ¿Cómo ha cambiado tu trabajo?
La pandemia ha sido un punto de inflexión y de incertidumbre para todos. Los fisioterapeutas hemos tenido que innovar las formas de tratamiento, de conseguir los objetivos, sin la presencialidad y contacto con el paciente. Hemos adaptado nuestra actividad protegidos con EPIs, además de llevar la fisioterapia al paciente y el seguimiento de los casos de manera virtual, telemática, etc.
¿Cómo ha afectado esto a tus pacientes?
A los pacientes, el confinamiento les ha generado mucha incertidumbre y miedos respecto de su evolución y recuperación. Esto se ha tratado de complementar y apoyar mediante asistencia a distancia y virtual gracias a las nuevas tecnologías. No obstante, los pacientes siguen prefiriendo la presencialidad en el tratamiento que, por otra parte, permite una valoración actualizada de su estado. Creo que, en el ámbito sanitario, el contacto con el paciente es primordial para ser eficaces. Y que las herramientas como la telemedicina o telerrehabilitación son complementarias, contribuyen a la adhesión a los tratamientos, pero no sustituyen el tratamiento presencial.
El contacto con el paciente es importante para ser eficaz
Para ti, ¿cuáles han sido las claves para salir adelante?
La capacidad de adaptación. Los fisioterapeutas hemos aprendido nuevas formas de tratar pacientes y gestionar procesos. Una mayor coordinación y trabajo en equipo, seguridad, y siempre con el objetivo de mejorar la salud del paciente y la evolución de su patología.
Cuando te encuentras un caso difícil, ¿cómo lo afrontas?
Para mí es un reto personal y por ello pongo todas mis capacidades dirigidas a conseguir los mejores resultados para el paciente. Soy consciente de la necesidad de un enfoque multidisciplinar con el resto de los profesionales que participan en el proceso asistencial. Además, grandes dosis de comunicación tanto con el equipo como con los familiares.
Este mes se gradúan los estudiantes de Fisioterapia. ¿Qué consejos les darías a los jóvenes recién graduados para enfrentarse al mundo laboral?
Que piensen su vida profesional como una carrera de fondo, con el foco puesto en la mejora de la calidad de vida de sus pacientes. Durante todos estos años de profesión, la experiencia me dice que la verdad absoluta no existe; debemos buscar la verdad relativa en todos nuestros actos, siendo constantes en la búsqueda de actos fisioterápicos basados en la evidencia. También la importancia de la formación, la actualización permanente y el aprendizaje. Sin olvidar a los otros profesionales (clínicos, investigadores), así como la escucha activa y el contacto primordial con el paciente. Estas son para mi las claves de ese éxito profesional.
Rafael Sánchez Madrid, nº col. 7