La llegada de las altas temperaturas invita a acudir a las piscinas y playas desde primera hora del día. Aunque este verano el aforo ya no estará limitado por el COVID-19, sigue siendo necesario tener en cuenta las precauciones necesarias para evitar las lesiones más frecuentes en este entorno; por ello, el Colegio Profesional de Fisioterapeutas de Castilla-La Mancha (COFICAM) quiere lanzar un mensaje de concienciación sobre el peligro de realizar zambullidas en estos espacios en verano.
En España se producen cada año entre 800 y 1000 lesiones medulares y entre 4-11 % se deben a actividades deportivas o de ocio propios del verano, siendo el 6% por zambullidas, según datos de la Sociedad Española de Neurología. Las lesiones se producen en varones jóvenes primordialmente y presenta terribles repercusiones para la salud. Además son de un alto coste social y familiar debido a la gravedad de los daños neurológicos que de él se pueden derivar.00
En la piscina, los saltos desde el borde o trampolines pueden llevar a graves lesiones. Debe conocerse la técnica adecuada para saltar o la profundidad de la piscina. La persona que se sumerge puede chocar contra la masa de agua o el suelo y provocarle una grave lesión medular.
Debemos conocer la profundidad
En sitios como la playa, los acantilados, zonas portuarias, ríos o pantanos, en los que el agua puede ser menos clara, el elemento más importante a tener en cuenta es la profundidad. Metiéndonos en el agua de pie podemos tantear si existen elementos que puedan provocar daños.
Desde COFICAM además ponen de relieve la importancia de avisar inmediatamente al 112 en el caso de presenciar una caída o un salto peligroso. Nos recuerdan que sólo en caso de tener los conocimientos y la capacidad física necesarios, se debe socorrer a la persona herida. Por último, lanzan un mensaje de prudencia sobre todo a niños y jóvenes, advirtiendo de que ante la duda de un posible peligro, mejor meterse en el agua de forma segura.
