El videoconsejo del mes de octubre del Colegio Profesional de Fisioterapeutas de Castilla-La Mancha (COFICAM), se centra en la prevención de uno de los problemas de mayor repercusión en la salud pública a medida que aumenta la esperanza de vida y la población envejece. Se trata de la fragilidad. El tratamiento de la fragilidad puede prevenir un aumento de costes en atención de 2.500 € anuales por cada persona mayor.
Asociada a la edad, la fragilidad es un deterioro progresivo del organismo y precursora de la pérdida de autonomía. Los pacientes sufren dificultades para realizar su vida diaria y se vuelven más vulnerables a otras enfermedades y problemas de salud.
La población española envejece a un ritmo imparable de la mano del aumento de la calidad de vida y la salud de la ciudadanía. Las previsiones apuntan a que un 31% de los españoles tendrán más de 65 años en 2050. Y, entre ellos, una gran mayoría afrontarán problemas de fragilidad.
¿Qué coste supone esto para las arcas públicas? Según los datos actuales, en España, hasta unos 2.500 euros anuales por cada mayor tratado, aunque hay estudios de la Unión Europea que cifran esta diferencia hasta en 5.000 euros. Es decir, que la fragilidad multiplica por cinco la inversión que requiere el tratamiento médico de una persona mayor.
¿Cuándo acudir al especialista?
La parte positiva es que se puede prevenir y revertir una vez que está diagnosticada.
¿Cuándo se puede acudir a un especialista para que haga un diagnóstico sobre fragilidad? Cuando se observen síntomas como problemas de movilidad para subir o bajar escaleras, caminar, etc., que generan a su vez un sedentarismo creciente; problemas de equilibrio; caídas o tropiezos frecuentes; dificultades en tareas cotidianas como el baño o aislamiento social.
Importancia del diagnóstico precoz
Lo más importante es la detección precoz, que ayuda a que los efectos del tratamiento sean más rápidos. Lo ideal es contar con un equipo interdisciplinar que pueda dar al tratamiento un alcance conjunto: revisión de medicación, nutrición y programa físico. El tratamiento debe ser personalizado en atención a las necesidades de cada persona y su evolución, y la Fisioterapia aporta ejercicios de resistencia aeróbica, flexibilidad, equilibrio y fuerza muscular. El objetivo es ayudar al paciente a mantener o recuperar su máxima capacidad funcional, complementando la parte física con la emocional y social.
Según nos explica Isidro Granero, fisioterapeuta y secretario de COFICAM, “la Fisioterapia, como profesión sanitaria que es, utiliza diferentes métodos para la valoración de la capacidad funcional de este grupo de edad. Los fisioterapeutas realizamos una valoración física y funcional, con pruebas como el SPPB test, el Senior fitness test, el test de velocidad de la marcha o el test timed up and go, entre otros, y una valoración antropométrica. Además, complementamos el estudio con una valoración hemodinámica y bioquímica, realizada por otros profesionales sanitarios”.
Granero añade que “Todo ello nos lleva a la elaboración de un plan de trabajo personalizado e individualizado, dependiendo de las características de cada persona, distribuido entre 10 y 12 semanas, con programas donde combinamos el ejercicio aeróbico con el trabajo de fuerza muscular, a su vez complementado con ejercicios de equilibrio y flexibilidad, y una constante monitorización de los principales parámetros vitales”.
La Fragilidad en el Plan de Salud de Castilla-La Mancha horizonte 2025
El Plan de Salud de Castilla-La Mancha horizonte 2025 contiene, entre sus planes específicos, el de abordaje integral de la cronicidad y prevención de la fragilidad que ha de contemplar la estratificación de la población en función de su nivel de riesgo frente a la enfermedad crónica y según el nivel de complejidad de la cronicidad y la presencia de fragilidad: pacientes crónicos de baja complejidad, crónicos complejos y crónicos de elevada complejidad.
El Plan de abordaje integral de la cronicidad y prevención de la fragilidad de Castilla-La Mancha va a permitir identificar a las personas que necesitan una actuación sanitaria, incluso antes de que hayan desarrollado alguna patología, captarlas e incorporarlas a un proceso formativo, en el caso de personas sanas con factores de riesgo, o a un proceso asistencial normalizado para el caso de personas que hayan desarrollado una o más patologías crónicas.
En definitiva, el Plan de abordaje integral de la cronicidad y prevención de la fragilidad de Castilla-La Mancha propone:
- Prevenir y retrasar la aparición de enfermedades crónicas.
- Disminuir la progresión de la enfermedad y la aparición de complicaciones asociadas a patologías crónicas.
- Mejorar la calidad de vida de la persona y su entorno.
- Disminuir las frecuentaciones innecesarias de los recursos asistenciales (sobre todo en atención hospitalaria).
- Difundir las mejores prácticas en el manejo de la enfermedad.
- Favorecer el envejecimiento saludable de la población.
- Prevenir y minimizar el riesgo asociado a la fragilidad como limitación funcional en la población mayor de 70 años.
El videoconsejo se puede visualizar pulsando sobre este enlace.