El día 21 de marzo se celebra el Día Mundial del Síndrome de Down. Con motivo de esta efeméride, el Colegio Profesional de Fisioterapeutas de Castilla-La Mancha (COFICAM) ha querido destacar el papel de la Fisioterapia como ayuda desde las primeras etapas de vida de las personas con Síndrome de Down. Aportando mejoras en las necesidades y prioridades del niño y su familia, desarrollando su máxima motricidad, previniendo deformidades por malas posturas e, incluso, ampliando su independencia y autonomía funcional.
El lema de este año “Nos decidimos”
Por ello, COFICAM respalda el lema de este año “Nos decidimos” y muestra su apoyo a la equidad y la inclusión. Destacando la necesidad de que la gente con esta condición pueda tener la voluntad de participar en la toma de decisiones de su propia vida.
En la mejora de la calidad de vida de las personas con Síndrome de Down ha jugado un papel fundamental los avances sociales y médicos. Además de la Fisioterapia que ha mejorado la funcionalidad y la calidad de vida no solo de los niños, sino también de su familia.
Desde el nacimiento del bebé, las familias son derivadas a los Centros de Desarrollo Infantil y Atención Temprana para que puedan empezar a aplicar tratamientos de Fisioterapia pediátrica y comenzar a trabajar en mejorar su desarrollo psicomotor. Del mismo modo, ponen a disposición de los pacientes y sus familias recursos adaptados a sus características que favorecen la participación en su proceso de salud; gracias al trabajo en equipo con otros perfiles profesionales.
Desde COFICAM explican que el trabajo fisioterapéutico con los pacientes con Síndrome de Down es totalmente global. Sara Álvarez, fisioterapeuta de la asociación DOWN Talavera, señala que con su labor “los profesionales enseñamos, aprendemos y trabajamos compartiendo roles. Aportando servicios integrados dentro del contexto de la familia, proporcionando una mirada global”.
En el caso de etapas más avanzadas, la Fisioterapia trabaja para desarrollar al máximo la funcionalidad de cada persona a través del movimiento, adaptando cada actividad a las características propias del síndrome. “Buscamos aumentar su funcionalidad habitual, hasta alcanzar la capacidad máxima basándonos siempre en las fortalezas de la persona con Síndrome Down”, apunta Sara Álvarez.
Fisioterapia y familia, claves para el proceso de mejora
La Fisioterapia trabaja en un modelo de atención centrado en las necesidades de las personas con Síndrome Down y sus familias. “Nos centramos en la función, participación y socialización de las personas con esta condición. Preocupándonos de tener en cuenta su globalidad y donde la intervención se realiza en equipo”. Nos cuenta Álvarez, fisioterapeuta de la asociación DOWN Talavera.
Respecto a las técnicas fisioterapéuticas empleadas, la fisioterapeuta apunta que “establecen programas de intervención buscando la promoción de su bienestar y la calidad de vida tanto del paciente, como de su familia, en el caso de los niños. Ello sin olvidar la estructura y la función corporal, para prevenir complicaciones musculoesqueléticas y osteoarticulares. Además de promover el entrenamiento funcional de actividades concretas”. Recalca que los alumnos con estas características son receptivos, sobre todo, “en espacios naturales favorecedores a la adhesión al tratamiento”.
En cuanto a las familias la fisioterapeuta hace hincapié en que suelen ser “las herramientas fundamentales para la prevención y promoción de la función y favorecen la mejora en la calidad de vida en todas las áreas del desarrollo de la persona a lo largo de su ciclo vital”.
