Recogemos el resumen de la ponencia de Julio Gómez-Soriano, «Neuroplasticidad y ejercicio: del laboratorio a la clínica» presentada en el XV Congreso Nacional de Fisioterapia y I Congreso de Fisioterapia del Deporte y la Actividad Física. Julio es Fisioterapeuta, profesor investigador de la E.U. de Enfermería y Fisioterapia de Toledo y Centro Nacional de Parapléjicos.
La neuroplasticidad consiste en la capacidad del sistema nervioso para adaptarse a las influencias patológicas ambientales o del desarrollo, permitiendo de esta manera una respuesta a una demanda funcional.
El fenómeno de la neuroplasticidad
El fenómeno de la neuroplasticidad ha sido ampliamente estudiado en el ámbito de la patología neurológica, donde diversos mecanismos neuronales promueven cambios adaptativos a la lesión. Sin embargo, los cambios neuroplásticos pueden suceder como respuesta a cualquier cambio del entorno. De esta forma, se ha evidenciado cómo la organización de los campos corticales del cerebro cambia incluso tras una inmovilización.
Además, la reorganización cortical puede suceder en cortos periodos de tiempo, comprendidos incluso en horas o días. Múltiples estudios han evidenciado la influencia del ejercicio físico sobre el sistema nervioso central. Entre otros efectos, se ha demostrado cómo aumenta el “factor neurotrófico derivado del cerebro” (del inglés, BDNF), consiguiendo una mejora de la memoria motriz y neuroprotección. Se ha sugerido que al menos el 80% de la sustancia gris es modificable mediante la actividad física. Además se ha mostrado que diferentes tipos de ejercicio podrían inducir distintos cambios en diferentes zonas del cerebro.
Estos hallazgos abren la puerta al desarrollo de nuevas indicaciones del ejercicio terapéutico que serán estudiadas a lo largo de los próximos años. Otro aspecto regulado por el sistema nervioso central es la modulación endógena del dolor. Este fenómeno se basa en el paradigma de que estímulos dolorosos estimulan vías inhibitorias descendentes que producen una disminución generalizada del dolor. La modulación endógena del dolor desempeña un papel muy importante en situaciones de dolor crónico. Se ha observado cómo estos mecanismos están alterados en pacientes con fibromialgia, migrañas o dolor neuropático.
El ejercicio físico y la hipoalgesia
La realización de ejercicio físico se ha vinculado con una mayor modulación endógena del dolor. Este hecho puede tener una gran relevancia clínica en el desarrollo de la hipoalgesia inducida por el ejercicio. Por tanto, las aplicaciones clínicas derivadas se han estado estudiando en los últimos años.
El actual reto que se le presenta a la Fisioterapia consiste en determinar estrategias terapéuticas que permitan optimizar cambios neuroplásticos que interfieran en los mecanismos de dolor y/o ayuden a disminuir los tiempos de recuperación. En este sentido, recientes estudios han determinado cómo la estimulación transcraneal potencia el efecto analgésico del ejercicio aérobico en pacientes con fibromialgia o de ejercicios de fortalecimiento en pacientes con artrosis. El desarrollo de este tipo de estudios será fundamental para optimizar los cambios producidos sobre el sistema nervioso central de cara al tratamiento de patologías musculoesqueléticas.
Conclusiones
El ejercicio estimula la capacidad del cerebro. Diferentes estudios han mostrado mejoras sobre la memoria, la atención, la velocidad de procesamiento y las funciones ejecutivas.
- Una buena capacidad aeróbica se ha relacionado con un aumento del tamaño del hipocampo, centro del cerebro donde se produce la formación de nuevas neuronas (neurogénesis).
- El procesamiento del dolor está influido por el ejercicio. Los sujetos sendentarios tienen menos capacidad de modulación endógena del dolor.
- Existen nuevos enfoques terapéuticos, como la neuromodulación transcraneal. Ésta puede potenciar el efecto del ejercicio físico sobre el dolor y funcionalidad de pacientes con diferentes tipos de patología.
- Sin embargo, hay cuestiones que aún no sabemos, y que la ciencia deberá responder en un futuro. ¿podemos utilizar los cambios neuroplásticos producidos por el ejercicio con otros objetivos terapéuticos? ¿Diferentes tipos de ejercicio pueden afectar de forma diferente al cerebro?