El “Día Mundial del Ictus” (World Stroke Day) se celebra el 29 de octubre, con el propósito de mejorar la prevención de una patología que representa la tercera causa de muerte en el mundo occidental y sensibilizar a la sociedad sobre la gravedad del infarto cerebral. Este año la Federación Española del Ictus (FEI) se une a la campaña internacional de SAFE (Alianza Europea Contra el Ictus) bajo el slogan “¿cuál es tu motivación para prevenir el ictus?”.
Cuando éste se produce puede causar daños o alteraciones en la capacidad de movimiento, en la sensibilidad, en el habla y en la visión, así como causar grandes cambios emocionales en las personas. La fisioterapia es fundamental para dar tratamiento a estas discapacidades y tratar de rescatar el nivel de autonomía que se tenía antes del evento.
El tratamiento debe ser inmediato
El tratamiento de fisioterapia debe iniciarse de manera inmediata, elaborando un plan a corto, medio y largo plazo, de tal manera que el paciente pueda recobrar algunas de las funciones dañadas de forma parcial o total.
Un accidente vascular cerebral o “ictus” es lo que ocurre cuando al cerebro le falta riego sanguíneo. Gran parte de los ictus están causado por un bloqueo abrupto de las arterias cerebrales. Como la sangre transporta los nutrientes y el oxígeno al cerebro, las células cerebrales se lesionan y pueden morir.
Para intentar evitarlo es aconsejable llevar una vida saludable y acudir al médico ante los primeros síntomas, ya que la atención urgente es vital. Es fundamental reconocer los síntomas de un Ictus (pérdida de fuerza o visión, dificultades de expresión y dolor de cabeza intenso de inicio brusco), ya que las primeras horas son fundamentales para su buen pronóstico.
Tras el ictus el fisioterapeuta hará una evaluación completa del paciente para identificar sus discapacidades y necesidades. Más tarde, realizará una planificación del tratamiento de fisioterapia con unos objetivos a corto, medio y largo plazo.
Cada tratamiento es diferente
Cada paciente es diferente, ya que las zonas del cerebro dañadas varían de una persona a otra. Por ello, la recuperación de las capacidades no es igual en todos los pacientes. Además, influyen otras circunstancias como la edad, los factores de riesgo, y el estado general del paciente.
La fisioterapia tiene como objetivos mejorar las capacidades afectadas, recuperar el mayor grado de independencia y aumentar la calidad de vida del paciente. En este proceso, es importante la colaboración e implicación directa de la familia.
Mediante la estimulación y diferentes técnicas, los fisioterapeutas tratan las alteraciones del paciente basándose en la plasticidad neuronal. Esta es la capacidad adaptativa del sistema nervioso para minimizar los efectos de las lesiones a través de modificar su propia organización estructural y funcional.
“Un día, podremos hablar del ictus, de qué significa sufrirlo, y de cómo logramos ser efectivos a la hora de prevenirlo”.- Brady Johnson, superviviente de ictus.