Las enfermedades cardiovasculares son la principal causa de muerte en todo el planeta. Se producen 18,6 millones de muertes de este tipo al año. Gran parte de ellas, hasta el 80%, son evitables, según la Fundación Española del Corazón. El éxito de los programas de rehabilitación cardíaca depende del ejercicio terapéutico y la educación sanitaria.
Cada 29 de septiembre se celebra el Día Mundial del Corazón con el objetivo de concienciar sobre las enfermedades cardiovasculares, su prevención, control y tratamiento. El lema de este año, #PiensaEnTuCorazón, ha querido recordar la importancia de cuidarnos y seguir un estilo de vida saludable. El origen de las enfermedades cardiovasculares puede estar en múltiples factores. Desde el tabaquismo a la diabetes pasando por la presión arterial alta y la obesidad o la contaminación del aire.
Fisioterapia y rehabilitación del paciente cardiópata
El tratamiento de los pacientes con enfermedad cardiovascular incluye programas de rehabilitación cardíaca, basados en programas de ejercicio terapéutico y educación sanitaria. “El objetivo de estos programas es el de mejorar la capacidad física y funcional del paciente, promoviendo una adherencia al tratamiento y una modificación de los hábitos de vida para mejorar la salud a largo plazo y la reinserción de los pacientes a su vida laboral y actividades de la vida diaria”, afirma Susana Priego, fisioterapeuta de la Unidad de Rehabilitación Cardiorrespiratoria del Hospital Virgen de la Luz de Cuenca y colegiada en COFICAM.
En este sentido, los fisioterapeutas son los responsables de prescribir el ejercicio terapéutico y adaptarlo a las características individuales de cada paciente. Diseñando y supervisando el programa de ejercicio y su evolución en las distintas fases de la enfermedad en la que nos encontramos.
Los beneficios de los programas de rehabilitación cardíaca
Numerosos estudios destacan los múltiples beneficios de los programas de rehabilitación cardíaca con una reducción de la morbimortalidad cardiovascular, una mejoría en la calidad de vida y una reincorporación a la vida laboral y social. “Sin embargo, la implantación de estos programas y unidades de rehabilitación cardíaca en España todavía es muy baja”, apunta la fisioterapeuta.
Aunque los programas de rehabilitación cardíaca son tratamientos de bajo coste dentro del Sistema Nacional de Salud, reducen el número de hospitalizaciones, en Castilla-La Mancha únicamente tres hospitales disponen de unidad de Rehabilitación Cardíaca, en las provincias de Guadalajara, Toledo y Cuenca.
Cabe destacar que un aspecto importante que no se debe olvidar desde el punto de vista de la Fisioterapia es la educación sanitaria. Las charlas dentro de los programas generan una adherencia terapéutica, así como una modificación de los hábitos de vida.
¿Qué ejercicios se pueden realizar desde el punto de vista fisioterápico?
En una primera fase, durante la estancia hospitalaria, se realiza la movilización precoz (movilizaciones, fisioterapia respiratoria, así como deambulación y trabajo con pedalier).
En la segunda fase, en la sala de Rehabilitación cardíaca (cardiorrespiratoria), se empieza un programa completo de entrenamiento, con una fase de calentamiento global y específico de grandes grupos musculares. Otra parte del entrenamiento iría destinada al entrenamiento de fuerza y resistencia muscular. Con ejercicios de fortalecimiento tanto de miembros superiores como de miembros inferiores (con bandas elásticas, lastres, mancuernas) y trabajo de la musculatura abdominal en colchoneta.
Otra parte fundamental del programa para el éxito de los programas de rehabilitación cardíaca es la del trabajo aeróbico, para lo que se utiliza el tapiz rodante y cicloergómetro, en función de la patología y las particularidades de cada paciente. “Para finalizar el entrenamiento, dedicaremos un tiempo a realizar estiramientos y enfriamiento o vuelta a la calma. Durante todo el programa de entrenamiento los pacientes se encuentran monitorizados tanto a nivel cardíaco (a través del sistema telemétrico para llevar el control y registro del ECG) como mediante pulsioximetría (para llevar un control de la saturación en todo momento)”, concluye la experta.