Home Entrevistas El secreto el éxito de Neurovilla – Isabel Martínez

El secreto el éxito de Neurovilla – Isabel Martínez

La entrega y el compromiso de los trabajadores de Neurovilla son la clave de su buen funcionamiento.

0
Según Isabel Martínez, el secreto del éxito de Neurovilla son sus trabajadores

La asociación de familiares y enfermos de Parkinson de Villarrobledo nace en mayo de 1999. Su objetivo es dar apoyo a enfermos de Parkinson y sus familias. Tras varios años en un pequeño local, en 2008 adquieren su propio centro. En la actualidad, el éxito de Neurovilla es innegable. No para de crecer tanto en número de usuarios como de trabajadores, así como en servicios a su disposición.

Isabel Martínez, especializada en afecciones del sistema nervioso nos cuenta la importancia de este centro para la localidad.

¿Cómo trabajáis en Neurovilla?

En Neurovilla se trabaja desde un enfoque multidisciplinar centrado en la persona, donde tratamos al usuario de forma integral, adaptando la intervención a sus necesidades individuales. Nuestro equipo está formado por fisioterapeutas, terapeutas ocupaciones, logopedas, psicólogos, neuropsicólogo, psicopedagogo y trabajador social.

¿Cuántos profesionales formáis parte del centro? ¿Qué servicios ofrecéis?

En el centro trabajamos un total de 40 profesionales de los cuales 25 formamos parte del equipo técnico, y el resto es personal de administración, técnico informático, auxiliares, conductores o cocineros. Tenemos un amplio abanico de servicios, desde la rehabilitación en adultos e infanto-juvenil, parte que me compete, hasta centro de día, SEPAP (con un total de 23 pueblos de la región), servicio de ayuda a domicilio, servicio de información y asesoramiento, y comida a domicilio.

¿Cómo os ha afectado laCovid-19 en el centro? ¿Y a los pacientes?

La COVID-19 ha sido un golpe muy duro tanto para el centro como para nuestros usuarios. Por ejemplo, en febrero de 2020 asistían al centro un total de 530 usuarios, mientras que en la actualidad (11 de febrero de 2021) asiste un 30% de ellos. La razón de no acudir al centro es fruto del miedo a contraer esta enfermedad ya que la sociedad tendemos a generalizar.

Instalaciones de Neurovilla
Instalaciones de Neurovilla

Para ti, ¿cuáles han sido las claves para salir adelante?

Puedo resumirlo en dos palabras: confianza y constancia. Cuando nombro confianza me refiero a esa esperanza firme que una persona tiene en que algo suceda, algo tan sencillo como disminuir sus algias o conseguir subir el escalón de casa sin ayuda. A lo largo de mi corta vida la palabra testaruda la he oído muchas veces en mi persona, a día de hoy, entiendo que esa palabra es sinónimo de constancia, término que refleja una voluntad inquebrantable y continuada en la determinación de realizar cualquier actividad, como puede ser desde levantarse de una silla sin apoyos hasta salir a pasear por el parque de manera independiente.

Cuándo os encontráis un caso difícil, ¿Cómo lo afrontáis? ¿Qué proceso seguís?

La mejor manera de afrontar un problema es en equipo. Cuando nos llega un nuevo usuario lo recibe la trabajadora social, la cual se encarga de recopilar todos los informes de los que dispone este y da cita para ser valorado por las diferentes áreas (Fisioterapia, Terapia ocupacional, Psicología y Logopedia). Una vez que se han realizado todas las valoraciones pertinentes, se hace una puesta en común y se decide la intervención que mejor encaja con su persona.

¿Cuál es la mayor recompensa cuando se ven los resultados del tratamiento?

Cuando comenzamos una intervención se programan unos objetivos conjuntos entre el usuario (y familia) y el profesional en cuestión. La mayor recompensa reside en el logro de esos objetivos, es decir, ver como la persona no podía realizar ciertas acciones que con trabajo y perseverancia (de ambos) las va consiguiendo.

¿Qué consejos darías a los jóvenes recién graduados que quieran dedicarse a esta rama?

“No tienes por qué saberlo todo” y “no siempre tendrás éxito en tus tratamientos”, son frases que me hubiese gustado que me recordaran cuando empecé a ejercer esta profesión, ya que me hubiese ahorrado algunas frustraciones pasadas. Pues a día de hoy, puedo decir que en esta rama nunca terminas de aprender.

Isabel María Martínez Martínez tiene el Col. Nº 2251

Salir de la versión móvil