Cada 29 de septiembre se celebra el Día Mundial del Corazón. El objetivo es concienciar a la población sobre la importancia de adquirir hábitos saludables que ayudan a combatir los principales factores de riesgo y a mejorar la salud cardiovascular para evitar futuras enfermedades.
Según los datos de la Fundación Española del Corazón, cada año mueren 17,5 millones de personas a causa de enfermedades cardiovasculares (ECV). Estas incluyen las enfermedades cardíacas y cerebrovasculares. Hoy en día, la ECV es la primera causa de muerte en todo el mundo y se estima que ascenderá a 23 millones en el año 2030.
Cada año mueren 17,5 millones de personas a causa de enfermedades cardiovascular (ECV)
Haciendo algunos pequeños cambios en la práctica diaria, se puede mejorar mucho la salud y así tener una vida más larga y saludable. Hábitos como, cocinar, comer de forma sana, hacer ejercicio y ser más activo, o dejar de fumar significan mucho para el cuerpo y en especial para el músculo del corazón.
En el caso de la gente que ya padece una enfermedad, la fisioterapia puede ayudar a que la recuperación sea más rápida. Además, también enseña a los pacientes a vivir plenamente con su dolencia. Por ejemplo, con Técnicas de Rehabilitación y Fisioterapia Cardíaca que ayudan al paciente cardíaco a su recuperación física. Para así poder alcanzar una vida lo más normal posible dentro de sus limitaciones.
En estos casos los fisioterapeutas personalizan y adaptan los ejercicios de rehabilitación y fisioterapia cardíaca. Individualización, intensidad, duración, frecuencia y tipos de ejercicios específicos para cada paciente, además de supervisar que los ejercicios se realizan correctamente.
Los deportes aeróbicos, los más beneficiosos
Los deportes que los cardiólogos consideran más beneficiosos para el cuidado de la salud cardiovascular están los aeróbicos, aquellos con un componente importante de resistencia. De ahí que correr, nadar, montar en bicicleta, caminar a paso ligero, bailar, esquiar o patinar sean una buena elección.
La alimentación es un factor clave que influye considerablemente en una buena salud cardiovascular
Además, la alimentación es un factor clave que influye considerablemente en una buena salud cardiovascular. Para ello, deben estar presentes en la dieta productos bajos en grasas saturadas, colesterol, sodio y los ricos en fibra y ácidos grasos esenciales. Tampoco pueden faltar el pescado, verdura, frutos secos y legumbres, ni el aceite de oliva, las frutas y las hortalizas. Por último, un elemento esencial es el agua. Este líquido supone entre el 50% y el 70% de la masa corporal, y si disminuye ese porcentaje, el funcionamiento de los órganos puede encontrarse con dificultades.
Según los especialistas, entre el 80% y el 90% de los infartos se asocian a factores de riesgo modificables, por lo que la mayoría de los infartos se podrían prevenir. Por ello, desde COFICAM nos sumamos a la campaña TU PROMESA de la Fundación Española del Corazón con el objetivo de cuidar NUESTROS CORAZONES.