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La investigación sobre la fascia se ha incrementado mucho

Entrevista a Óscar Sánchez, docente del curso Valoración y tratamiento del sistema fascial.

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La investigación en la fascia corporal se ha visto incrementada exponencialmente en los últimos años

Una de las conclusiones que podemos sacar de la entrevista a Óscar Sánchez es: “La investigación en el papel que juega la fascia en la mecánica corporal ha incrementado exponencialmente en los últimos años”.

¿Qué entendemos por sistema fascial? ¿cuáles son sus principales características?

Actualmente, la definición más aceptada de lo que es el sistema fascial es la propuesta por Adstrum et al. (2017): “Una red tridimensional continua de tejido conectivo laxo o denso y que impregna todo el cuerpo. Incorpora elementos como el tejido adiposo, las vainas neurovasculares (incluso la adventicia), aponeurosis, fascias superficial y profunda, epineurio, cápsulas articulares, ligamentos membranas, meninges, perisotio, retináculos, septos, tendones, fascia visceral y el tejido conectivo inter e intramuscular (endomisio, perimisio y epimisio).

La definición es muy amplia, ya que, en la práctica, el sistema fascial incluye cualquier tejido que contenga colágeno. Histológicamente, hablaríamos de tejido conectivo. Anatómicamente, hablaríamos de “fascias”. Funcionalmente, nos referimos al “sistema fascial”.

El sistema fascial es muy rico en inervaciones propioceptivas e interoceptivas

Una de las características que más llama la atención del sistema fascial es su rica inervación propioceptiva e interoceptiva. Precisamente, algunos autores consideran este sistema como un órgano sensorial, que se encarga de informar al cerebro del estado del cuerpo. De la integración de la información propioceptiva surge el esquema corporal (conciencia postural y cinestésica de todo el cuerpo en cada momento). Las fascias también contienen una amplia densidad de nociceptores (las fascias duelen). De la integración de la información interoceptiva, el cerebro forma una idea de las necesidades viscerales básicas (micción, respiración, etc.), pero también del “nivel de bienestar” que se siente en cada momento. 

Si has sentido “cosquillas en el estómago” o un “nudo en la garganta”, eran los interceptores presentes en tus fascias viscerales los que estaban generando esa sensación.

¿Existen diferentes tipos de fascias y distintas valoraciones para cada una de ellas? 

Existen subsistemas dentro del sistema fascial: una “fascia superficial”, que es como una segunda piel continua desde la cabeza hasta los pies, y una “fascia profunda” subdividida en miofascia, viscerofascia y neurofascia o fascia meningea. Tenemos técnicas de valoración como la “escucha fascial” que son comunes a todas ellas, y que sirven para detectar lugares de densificación. Y también hay formas de valorar más específicamente algunos subsistemas, como puede ser mediante pruebas de contracción o elongación miofascial, o los tests de tensión neural para la neurofascia..

¿Cuál es la importancia de formarse en esta especialidad para los fisioterapeutas?

En los últimos años, la investigación relacionada con la fascia en la mecánica corporal y en su patología o disfunción ha incrementado exponencialmente. El pasado mes de noviembre tuvo lugar el 5º Congreso Mundial de Investigación sobre la Fascia en Berlín. A día de hoy, los fisioterapeutas debemos estar al corriente de la importancia que tiene este tejido a nivel de la homeostasis corporal, así como de sus propiedades fisiológicas y biomecánicas. El curso ofrece una aproximación a este campo de trabajo, abre la puerta a las personas interesadas en esta terapia para que puedan profundizar más adelante.

¿De qué modo se pueden formar en esta disciplina? ¿Hay muchos fisioterapeutas especializados en este tema en Castilla-La Mancha?

No conozco los números exactos en relación con las personas que se han formado en este campo de trabajo. Pero yo diría que no son muchos los que lo conocen en profundidad. Existen diferentes ofertas formativas en España y en el extranjero. En nuestra propuesta se incluye la formación en tratamiento miofascial, viscerofascial y craneofascial. Hasta donde yo conozco, es la única que aborda el tratamiento de los tres sistemas de manera integral en cuanto a valoración y tratamiento.

¿Cuáles son las afecciones del sistema fascial más comunes?

El sistema fascial se afecta por varias causas: lesiones directas (rotura, traumatismos, quemaduras),  de manera indirecta cuando realizamos gestos repetitivos (sobreuso), o cuando se realizan movimientos compensatorios, como para evitar el dolor producido al ejecutar el movimiento de manera normal (mal uso), y  muy especialmente cuando existe inmovilización (desuso). Este caso es particularmente “sangrante”, ya que desde estamentos médicos se sigue recomendando a la población que no se mueva cuando aparecen síntomas de dolor, o se inmoviliza del todo. Existe amplia literatura científica que desaconseja estas prácticas, pero por desgracia, se siguen realizando.

Por otro lado, la acidificación se ha comprobado como un factor lesivo para el tejido fascial. En muchos casos, esta se ve favorecida por la mala alimentación, la escasa hidratación o el consumo de sustancias tóxicas (incluyendo a los medicamentos). 

El estrés emocional puede aumentar el tono muscular

Por último, existen estudios científicos que relacionan el estrés emocional con el aumento del tono en determinados músculos (como el trapecio, por ejemplo). Esta hipertonía, a largo plazo, conduce a una retracción y degeneración del tejido miofascial. Por tanto, los factores emocionales pueden influir indirectamente sobre el estado del sistema fascial.

El sistema fascial es continuo, lo cual es esencial para realizar sus funciones a nivel estructural (transmisión de fuerzas, por ejemplo), neurológico, hormonal, etc.

Ha realizado un curso sobre Tratamiento del sistema fascial ¿Qué aprenden los fisioterapeutas que asisten a estas formaciones?

El primero de los objetivos del curso es dotar a los alumnos de un conocimiento teórico acerca de las características anatómicas, fisiológicas del tejido fascial, así como de su comportamiento biomecánico. Además, aprenden estrategias de valoración global y específicas para detectar las retracciones fasciales que afectan tanto a la fascia superficial como a los tres subsistemas de la fascia profunda (miofascia, viscerofascia y fascia meningea). Por último, también se revisa la metodología del tratamiento manual sobre el tejido fascial.

Cuando el curso termina, los alumnos son capaces de analizar las retracciones miofasciales, detectar desequilibrios fasciales en la relación entre zonas corporales, localizar zonas de restricción fascial y determinar si estas son las causantes de los síntomas del paciente, o si están relacionadas con ellos de manera indirecta. Al final, los alumnos habrán aprendido también numerosas estrategias de tratamiento sobre estas restricciones.

¿Cuáles son las estrategias y herramientas para tratar estas lesiones?

Cuando existe una restricción fascial, esta puede generar toda una “cadena” de retracciones que provoquen que el síntoma se manifieste a distancia. Lo más importante que aprenderemos en el curso es detectar “dónde” se inicia todo: cuál es la región corporal que se encuentra en mayor desequilibrio. Una vez detectada, exploraremos su posible relación con la sintomatología del paciente (dolor asociado al movimiento, por ejemplo). Una vez comprobada o descartada su relación, procederemos al tratamiento. Esta estrategia nos da la información siguiente: ¿es un problema local primario, o viene causado por algo “a distancia”?

El tejido fascial responde a estímulos muy concretos

En cuanto al tratamiento, el tejido fascial responde de una manera muy específica a estímulos muy concretos. El tratamiento generalmente conlleva impulsos suaves mantenidos durante largo tiempo (un mínimo de 90 segundos). Se ha demostrado en numerosos estudios que esta es la manera en la que se produce la remodelación fascial, favoreciendo la hidratación y la síntesis de ácido hialurónico y colágeno. Estos elementos son fundamentales para que este tejido realice todas sus funciones.

Como consecuencia de que la investigación sobre la fascia se ha incrementado mucho en los últimos años, las mejoras en diagnósticos y tratamientos también han mejorado repercutiendo en la práctica de la fisioterapia y en la forma de abordar cada uno de los tratamientos.

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