España es el segundo país con mayor esperanza de vida del mundo, con una media de 83 años. Esto supone que los mayores son la parte de la población que más porcentaje ocupa en nuestro país. Por ello, el Colegio Profesional de Fisioterapeutas de Castilla-La Mancha (COFICAM) quiere poner el foco en este grupo de edad y destacar cómo les ayuda la Fisioterapia geriátrica. Además, quiere resaltar el papel de los fisioterapeutas especializados en Geriatría para el diagnóstico y tratamiento de las patologías de las personas mayores.
La falta de movilidad de las personas mayores durante el último año debido al largo confinamiento provocado por la pandemia ha afectado notablemente a su capacidad física. “El gran objetivo es dar calidad de vida en su hogar, en su comunidad. Mantener y promover la mayor independencia y autonomía posible. Como siempre, lo hacemos previniendo y tratando las patologías que aparecen como consecuencia de la edad”, señala Verónica Valverde, colegiada de COFICAM.
La Fisioterapia Geriátrica se distingue, no por las técnicas empleadas, sino por sus modos de aplicación y la adaptación a las personas de avanzada edad
Programas terapéuticos para mayores
Sin duda, la Fisioterapia es una herramienta para el manejo de dolor en nuestros mayores. Es garantía de envejecimiento activo y saludable, ya que mejora la calidad de vida de la persona. Para Verónica, en Geriatría marcan la diferencia “las técnicas de Fisioterapia, la continua actualización, las habilidades sociales como la escucha o la empatía y el trabajo interdisciplinar real”.
La Fisioterapia Geriátrica se distingue, no por las técnicas empleadas, sino por sus modos de aplicación y la adaptación a las personas de avanzada edad. “El aumento del índice de vida hace que este tipo de pacientes sean cada vez más numerosos. Las adaptaciones de la Fisioterapia son cada vez más importantes, para facilitar la consecución o la mejora de sus aptitudes funcionales, psicológicas y psicomotrices.” Así nos lo indican María Teresa de la Cruz, Magdalena Martínez y Natalia Montoya, fisioterapeutas del Hospital Geriátrico Virgen del Valle de Toledo.
En cuanto a las técnicas, puede aplicarse cualquiera de las que existen dentro de la Fisioterapia. “Solo hay que adaptarlas en modo y en intensidad, por la multi patología que suele haber y porque el propio cuerpo modifica sus procesos fisiológicos de por sí. Yo me decanto por aquellas manuales, globales, activas y conscientes en lo posible. Eso sí, siempre promoviendo el movimiento: técnicas neuromusculares, de reeducación del movimiento y ejercicio terapéutico”, apunta la colegiada. En cuanto al perfil de paciente, la Fisioterapia Geriátrica se puede aplicar a pacientes de edad afectados de “enfermedades invalidantes que conciernan al sistema nervioso, aparato locomotor, cardiorrespiratorio, circulatorio; así como a pacientes con problemas psíquicos o psicológicos”, concluyen las profesionales del Hospital Virgen del Valle de Toledo.
El diagnóstico marca la diferencia
La valoración diagnóstica es la clave del éxito en Fisioterapia. Los profesionales evalúan en profundidad las capacidades de las personas mayores: fuerza, equilibrio, coordinación, agilidad o posible fragilidad. “Si no se realiza bien, probablemente el tratamiento no será efectivo. La persona continuará con sus síntomas y dificultades del día a día, y más aún, la confianza en el fisioterapeuta y en la Fisioterapia se verán afectadas”, añade la fisioterapeuta. “Creo que para facilitar esa buena valoración es importante saber escuchar en la anamnesis, en su historia de vida y conocer su entorno”.
El deterioro de la marcha y equilibro son las disfunciones más comunes entre los mayores, sin embargo, “la Fisioterapia ayuda aún cuando la única mejoría posible es la disminución de los síntomas, alteraciones o disfunciones que existan”, concluye Verónica.
Verónica Valverde Gascueña, trabaja en la Residencia Provincial “Sagrado Corazón de Jesús” de Cuenca, y es Col. Nº 274.