Los hábitos de vida saludables relacionados con la actividad física, la buena alimentación o mantener un peso adecuado reducen el riesgo de padecer enfermedades cardiovasculares. Así como el abandono del tabaco y la reducción del estrés o el sedentarismo. Pero también la Fisioterapia reduce el riesgo de padecer enfermedades cardiovasculares.
Las enfermedades cardiovasculares son dolencias que no solo afectan a las arterias del corazón. También perjudican al resto del organismo, principalmente el cerebro, los riñones y los miembros inferiores. El infarto de miocardio y los accidentes cerebrovasculares como trombosis, embolia y hemorragia cerebral son la principal causa de muerte en países desarrollados.
Campañas de sensibilización
Recientemente se ha celebrado el Día Europeo para la Prevención del Riesgo Cardiovascular. El objetivo ha sido sensibilizar a la población sobre la importancia de la prevención de las enfermedades cardiovasculares. Desde el Colegio Profesional de Fisioterapeutas de Castilla-La Mancha (COFICAM) apoyan esta iniciativa. Buscan concienciar a la población sobre la necesidad de adoptar hábitos saludables que disminuyan la posibilidad de padecer enfermedades cardiovasculares. Pero también quieren destacar la importante función que desarrollan los fisioterapeutas en este ámbito a través del ejercicio terapéutico.
Hay factores de riesgo cardiovascular ligados a la genética, el sexo, la edad o la raza
La Organización Mundial de la Salud recuerda que las enfermedades cardiovasculares son la primera causa de muerte en todo el mundo. Y que el 80% de las muertes prematuras que ocasiona este conjunto de enfermedades se podrían evitar siguiendo un estilo de vida saludable. El riesgo cardiovascular es la probabilidad que tiene un individuo de sufrir una de estas enfermedades dentro de un determinado plazo de tiempo. Y esto va a depender fundamentalmente del número de factores de riesgo que estén presentes en un individuo.
Tipos de factores de riesgo
Es cierto que pueden existir factores de riesgo que no son modificables, como la genética, el sexo, la edad, o la raza. Pero hay otros que sí lo son, como la obesidad, la diabetes, el tabaquismo, el sedentarismo o el estrés. Y se pueden evitar manteniendo hábitos de vida saludables relacionados con la actividad física o una buena alimentación que ayude a mantener el peso adecuado.
En una persona sedentaria con factores de riesgo cardiovascular, la actividad física puede ser una herramienta eficaz para disminuir las consecuencias de su estado físico y la mejora de su salud. Pero hay que recordar que también podría desencadenar en situaciones concretas un infarto o, incluso, la muerte súbita. Esto se debe al aumento de la frecuencia cardiaca con el ejercicio o de la tensión arterial.
Sin embargo, este supuesto peligro no debe nunca justificar el hecho de no iniciar la práctica deportiva. Lo que hay que hacer es consultarlo con el médico antes de ponerse a hacer ejercicio.
Existen factores de riesgo modificables como la obesidad, la diabetes, el tabaquismo o el sedentarismo
La importancia de la Fisioterapia
Sabemos que la Fisioterapia reduce el riesgo de padecer enfermedades cardiovasculares. Por eso, es necesario poner en valor al fisioterapeuta como especialista en movimiento. La práctica de ejercicio terapéutico es clave en la recuperación de las enfermedades cardiovasculares. Los fisioterapeutas son los encargados de establecer programas de ejercicios terapéuticos personalizados y adaptados al perfil de cada paciente. Y de aconsejar la terapia más apropiada para cada caso.
Es de vital importancia la labor del fisioterapeuta como profesional dentro del equipo multidisciplinar sanitario que rodea el campo de la prevención y tratamiento de las enfermedades cardiovasculares. Ayuda al paciente a intentar conseguir la mayor independencia funcional y una pronta reincorporación laboral y social.