21 noviembre 2024

Viaje por el Hospital Nacional de Parapléjicos

El Hospital Nacional de Parapléjicos (HNP) es el centro público de referencia en España para el tratamiento de la lesión medular. Inaugurado el 7 de octubre de 1974, lleva 50 años dedicado a prestar servicios de salud y rehabilitación integral a personas con lesión medular espinal.

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El Hospital Nacional de Parapléjicos cuenta con una plantilla altamente cualificada. Allí, además de desarrollar servicios de salud, realizan proyectos de investigación científica y técnica en el campo de la neurociencia. Y, específicamente, en relación con los problemas que afectan a los pacientes con lesión medular. La fisioterapeuta María Isabel López Molina, lleva desde 1992 trabajando en este centro de referencia. Durante los últimos 24 años se ha centrado en la lesión medular pediátrica.

¿Por qué decidiste dedicarte a la fisioterapia? ¿Imaginabas que acabarías trabajando en el Hospital Nacional de Parapléjicos?

La Fisioterapia en el año 89 no era tan conocida como ahora, pero yo conocía la profesión por mi propia experiencia. Siendo una niña con escoliosis, recibí tratamiento para la reeducación postural. Ya había oído la existencia de esta profesión y del Hospital Nacional de Parapléjicos de Toledo, donde se trataban pacientes en silla de ruedas. Siempre me imaginaba que lo mejor de un trabajo sería poder ayudar a las personas y, sobre todo, a los niños. Todo ello me llevó a decidirme por esta increíble profesión que tantas cosas me ha aportado a lo largo de estos 27 años.

Cursé mis estudios de Fisioterapia en la entonces Escuela Universitaria de Enfermería y Fisioterapia, y actual Facultad de Fisioterapia y Enfermería de Toledo. Allí empecé a descubrir el mundo de la neurología y la pediatría, que actualmente son mis grandes pasiones. Mi mayor ilusión fue empezar a trabajar en julio de 1992 en el Hospital Nacional de Parapléjicos, donde había hecho prácticas durante la carrera. Era un sitio que me encantaba y me brindaba la oportunidad de trabajar con lesiones medulares y pediatría.

¿Cuáles son las claves para que este centro sea uno de los mejores en este ámbito?

Creo que el Hospital Nacional de Parapléjicos incluye varios aspectos para ser de referencia. Por una parte, es un hospital con buenas instalaciones y buen entorno para que los pacientes puedan estar con sus familias. Por otra parte, los profesionales que trabajamos en él hemos ido especializándonos en la lesión medular. Y, de unos años a esta parte, la investigación ha adquirido gran importancia en el hospital. Pero, sobre todo, destaca el ambiente familiar que existe entre pacientes, familiares y profesionales donde el principal objetivo es humanizar la asistencia sanitaria.

En el hospital habrás visto casos de todo tipo. ¿Trabajar ahí requiere de una sensibilidad especial a la hora de tratar con los pacientes? ¿Cómo manejas las situaciones difíciles?

Gran parte de mi trayectoria profesional en este hospital ha sido en la Unidad de Pediatría. No sabría decir si se necesita una sensibilidad especial, pero sí es necesario mucha empatía, comprensión, paciencia y profesionalidad. Evidentemente hay situaciones difíciles. No hay nadie inmune al sufrimiento de los demás. En mi caso, al trabajar con niños, hay que dar apoyo a las familias. También tenemos que intentar que comprendan el trabajo que se hace con sus hijos y lo importante que son para nosotros. Nuestro trabajo consiste en algo tan hermoso como es recuperar la máxima funcionalidad posible y estimular el desarrollo motor de los más pequeños. La lucha por la autonomía y la independencia de los niños es nuestra meta principal. Y nos gusta hacerlo con la ilusión, la alegría y el optimismo que se merecen nuestros pequeños pacientes.

También serás testigo de historias de superación y con un final feliz… ¿Qué significa para un profesional de la fisioterapia poder vivir estos momentos?

Historias de superación hay muchísimas, cada paciente lucha por superar la complicada situación que tiene que afrontar, podría nombrar a prácticamente todos los pacientes que pasan por un momento de negación de la lesión en un principio, seguido de una depresión y es a partir de ahí donde empiezan a asumir la nueva situación y luchar por vivir con la mejor calidad de vida posible.

María Isabel López Molina, fisioterapeuta
«Siempre imaginé que lo mejor de un trabajo sería poder ayudar a las personas y, sobre todo, a los niños,» – María Isabel López Molina.

El tratamiento rehabilitador de cualquier lesión neurológica y en particular la lesión medular supone un largo y duro camino. Aún más cuando este camino lo tiene que recorrer un niño, desde que es bebé hasta la, ya de por sí, complicada adolescencia.

Por poner un ejemplo podría hablar de Jose Manuel Quintero un chico de 20 años que con 13 años sufrió una lesión medular y quedó en silla de ruedas. En un primer momento no aceptaba la lesión, y mucho menos pensar en el deporte adaptado.

Con el tiempo y gracias al apoyo de su familia y amigos se ha convertido en un deportista de élite y sueña con los Juegos Paralímpicos de Tokio. Él sigue viniendo a las revisiones y no duda en hablar y animar a otros chavales que están empezando en este duro camino y que para ellos supone un ejemplo a seguir.

Muchos jóvenes recién graduados aspiran a trabajar allí. ¿Qué consejos les darías? ¿Se necesita tener una formación especial?

Se necesitan conocimientos en Neurología, sobre todo, de lesión medular y métodos fisioterápicos para afrontarla. De igual forma hay fisioterapeutas en otras unidades como electroterapia, hidroterapia, Lokomat, Pediatría, y Fisioterapia respiratoria, por lo que cualquier formación adaptada a esos campos es interesante. Como consejo, yo que no soy nadie para darlos, solo insistiría que como profesionales den lo mejor de sí mismos todos y cada uno de los días, intentando sacar el máximo rendimiento de cada paciente, con la empatía e ilusión del primer día.

Tras 27 años de experiencia en el hospital nacional de parapléjicos de Toledo, ¿qué balance haces de estos años dedicados a la fisioterapia?

El balance estos 27 años es muy positivo, me ha hecho crecer como profesional y sobre todo como persona. He aprendido tanto de mis pacientes… Hace poco leí: “Si volviera a nacer, volvería a ser fisioterapeuta”, sin duda comparto este sentimiento y no lo cambiaría por ningún otro trabajo. Supongo que seguiré trabajando hasta mi jubilación en este hospital, y aunque físicamente requiere esfuerzo, es un trabajo lleno de satisfacciones personales.

El Hospital Nacional de Parapléjicos es área de referencia nacional (referencia directa de 7 comunidades autónomas, e indirecta, para casos especiales, del resto). Según datos de la memoria anual del hospital de 2017, se registraron 245 nuevos ingresos agudos, de los que un 68% de los pacientes fueron hombres y un 32%, mujeres. Según el balance asistencial 2017 destaca el equilibrio de ingresos por lesión medular de origen no traumático, un 52,2% del total, mientras que el porcentaje de lesiones medulares por causas traumáticas ha sido del 47,8%.

Los accidentes de tráfico con una lesión medular continúan siendo la primera causa de ingreso en el Hospital Nacional de Parapléjicos, con un 21,63%, lo que supone un giro a la tendencia de los últimos diez años en los cuales las caídas casuales habían sido el principal motivo de ingreso, con un 18,18%.

Por otro lado, los accidentes deportivos suponen un 6,53 por ciento de los ingresos de este centro.

María Isabel López Molina, colegiada de COFICAM (nº614)

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